28.4.09

Encuentro de dos culturas

Es una idea loca, pero que tiene sonar. La gente que suena a veces tiene ideas brillantes o no, pero no dejamos por esto de envolvernos en nuestros sueños y de viajar con nuestra mente como aves que emigran de un lugar a otro. Esta idea la escuche el otro día en la radio y venia no de un cubano, venia de un americano que abriendo su imaginación, increpo el cierre de la base de Guantánamo. El decía que, porque cerrar la base y entregarla a Cuba comunista, deberían darle un mejor destino.

Preguntaba el americano por que no entregar la unidad militar ahora cárcel, a los cubano- americanos e innumerables exiliados que hoy existen en los Estados Unidos y el mundo. Para algunos esto sonaría loco, pero lo que me llamo la atención fue su planteamiento de que de esa manera los cubanos podrían allí formar una zona libre, donde poder empezar la construcción de un nuevo sistema político a utilizar en una cuba futura, para así darle una cachetada sin manos al régimen y demostrar que nosotros los cubanos si tenemos la capacidad de crear nuestro futuro y ser libres. También se planteaba este americano, que se podría empezar a negociar en esta zona con las compañías de cubanos de acá, así crear un mercado nuevo para estas compañías en la isla, que simplemente tratarían con el pueblo y no con el gobierno. La entrada de las compañías seria una demostración de que si queremos tratar con el pueblo y ayudarlo, y se demostraría que también hay una mejor forma de vivir fuera de lo que le dicen a los cubanos en la isla.

Se que esto es un poquito loco señores, pero no creen que es muy importante y único que un americano de a pie, este pensando y opinando de esta forma. Creo que los tiempos en que Cuba pasaba desapercibida para casi todos en este país, se van extinguiendo. La Cuba de hoy a través de la Internet, los libros, películas y protestas que se esparcen por todo el mundo, se da a conocer y dice estoy presente. Es un momento único que tenemos que aprovechar. Tenemos que ser protagonistas y no espectadores de estos cambios. La historia es mejor hacerla, y leerla para los que la forjan, es simplemente el manual que no les permite cometer los mismos errores.

Me contento mucho al ver que se abren los ojos de otros y que el esfuerzo que me trajo aquí, a esta lucha constante, no es en vano. No pretendo decir que fui yo quien produjo que despertara este señor, pero estoy seguro que despertaran unos cuantos con lo que escribimos todos día tras día, y seremos un grano mas en la montana de arena de esta batalla.


Carlos M Paez

25.4.09

Deshojar las ideas (por Mayda)

Esta es una comunicacion entre Mayda, una muy buena blogger y yo por email, la cual le pedi permiso de publicar, pues creo es muy interesante la respuesta de Mayda a esta periodista que quiere de alguna forma dar a demostrar, otro rostro de la tirania, a la comunidad internacional o al pueblo mismo.

Mayda a Carlos dijo...

Te mando este articulo que lei en un blog de una periodista cubanana, Soledad Cruz, ella "asomo su cabeza", como para dar la impresion de que en Cuba habia "permiso para opinar". Te mando su articulo y mi comentario, espero que lo disfrutres. Saludos, Mayda

Soledad dijo...

Las vueltas de la vida.

En verdad los seres humanos somos unos animalitos muy extraños, capaces de las màs fabulosas maravillas y de los màs tremendos desastres, pero entre nuestras incapacidades màs not orias està la intolerancia cuando nos señalan cualquier defecto, cualquier desliz, lo cual contrasta con lo predispuestos que estamos a protestar airados ante las ineficiencias de los otros, como si nosotros no fuéramos parte de esos otros.La parada del ómnibus, la cola en la carnicería, la sala de espera del hospital, la compra en la shopping, la sobremesa en casa, la conversación con la vecina, el espectáculo humorístico, son ámbitos del juicio crítico sobre tantas cosas que no funcionan como deberían porque entre todos de alguna manera contribuimos a ello, aunque no queramos reconocerlo.En la parada de ómnibus la dependienta se queja de la grosería del chofer, en la s hopping o la bodega el chofer de ómnibus se molesta con el maltrato de la dependienta o el bodeguero, en20la oficina de la Dirección de vivienda s se comenta de la mala atención en los servicios pero obvian las quejas por las demoras de los documentos que se necesitan, los basureros censuran la suciedad de los ciudadanos y estos el inadecuado trabajo de comunales y así se va formando un círculo vicioso que llega hasta la creación artística que por naturaleza tiene una vocación cuestionadora de la realidad, pero que tampoco asume con serenidad ningún juicio de valor que se desmarque de los aplausos.Por supuesto que criticar no debe ser equivalente a ofender, pero no pocos se sienten ofendidos simplemente porque se le expresa que su empeño no result como aspiraba, o que no se empeñó suficientemente en conseguirlo, porque simplemente se le dice una verdad que no quieren escuchar y se escudan en las màs diversas justificaciones para ripostar en vez de reflexionar en cómo podrían aprovechar las opiniones pocos favorables para mejorar la tarea que realizan y mejorarse a si mismos.Muchas son las razones por las cuales carecemos de una cultura de la crítica, el debate, la polémica, el diálogo, pero el camino màs largo comienza con el primer paso, como asevera un proverbio chino y en eso creo que los creadores artísticos deben ser los facilitadores de esa travesía promoviendo las màs diversas opiniones y asumiendo los criterios adversos con sabiduría, teniendo en cuenta que una opinión, incluso por muy especializada que sea, no deci de por si sola los valores o defectos de una obra, pero merece ser tenida en cuenta.Tanto la sociedad como el arte necesitan de ese análisis constante de cómo funciona el quehacer cotidiano, para encontrarle solución a los problemas de cada día. Muchos creen que carecen del poder para hacer cambiar las cosas y esa es la causa de cierta inercia que se aprecia en esos silencios antes las ineficiencias en la vida y en el arte, pero cada ser humano tiene el mayor de los poderes, el de poder lograr transformaciones en si mismo para conseguir producirlas en el entorno.La verdad no està afuera como señala un popular programa televisivo, està d entro, y para descubrirla y hacerla valer, la crítica o juicio de valor, la diversidad de opiniones, el diálogo entre posiciones diferentes es indispensable. Y el que quiera discrepar o coincidir que lo exprese. Aquí se respeta la opinión propia.
creado por Soledad Cruz de Cuba a las
14:16 del 09-nov-2008

Mayda dijo...

DESOHAR LAS IDEAS Que importancia tiene que los artistas no critiquen a la sociedad??. Sera que no se quieren meter en problemas con una sociedad que no acepta criticas.... Siempre me ha parecido que tu eres una periodista profunda y en ocasiones hasta perversa. Pero ahora me doy cuenta que es facil hacer "criticas epocales" cuando se tiene las "espaldas cubiertas". En ese articulo que escribes te veo floja, e incapaz de coger al "Toro por los Cuernos" cuando convocas a la sociedad y a los artistas para que hagan criticas, que tu nunca has hecho. Bien se sabes que la revolucion "se fue a bolina" como la del 30;y en estos momentos queda solo un modo operandi sin filosofia ni ideologia. Hablas de dialogo entre posiciones diferentes, hablas de diversidad de opiniones, dices que el que quiera discrepar que lo exprese y que la sociedad se mantiene con "cierta inercia".Con una "inercia cierta" diria yo. Cuando el primer congreso de los Artistas y Escritores se dijo: "Con la Revolucion Todo,sin la Revolucion Nada". Por eso la gente esta cautelosa, porque oficilmente no se ha dicho lo contrario. Si tu quieres ser una periodista "open minded" entonces empieza a escribir al "duro y sin guantes", y no deshojes las ideas, porque me parece que tu articulo es como para revolver un poquito sin hacer olas. Y eso me recuerda. el cuento del hombre que estaba en el infierno con la mierda hasta el cuello y decia: - por favor no hagan olas -
16 de noviembre de 2008 14:53

20.4.09

La ensenanza del No


Hay veces que pienso que la falta de carácter de algunas personas, el ridículo y la poca sinceridad vienen de una crianza incompleta o acortada por algún infortunio en la vida de los pobres portadores de estos defectos. Fue difícil para mi el encontrar la verdadera razón de este mal, y al hacerlo descubrí que todos hemos estado una que otra vez influenciados por esta causa, aunque algunos de todas formas no han sido infectados por ello.

El No, es un virus que nos llega como tabú desde que tenemos uso de razón a través de nuestros padres, amigos, profesores etc. Cada vez que alguna tarea nos planteamos el No aparece, y la negativa de referirse a el, nos llega como alarma inconsciente plantada en nuestras mentes dispuesta a dispararse en cuanto la oportunidad surja. El mencionar la palabra No en una conversacion mas de una vez o responder No a un pedido de alguien, es casi como decir que no estas apto para ser aceptado en la sociedad, entrevista de trabajo, o en el circulo social del cual quieres formar parte.

Entonces, que es de la decicion propia, que del yo mismo, de lo que nos hace únicos e intocables, sera que tendremos que decir si a todo, vivir de la influencia y lo que dicta la humanidad. El vivir sin el No nos vuelve dependientes, vacíos, y nos elimina la posibilidad de influenciar nosotros, y a la ves nos vuelve influenciados. El saber decir No, nos hace hombres, nos aleja de malas influencias y sazona nuestro carácter, que bien cultivado, nos ayudara a alcanzar los sueños que nos hemos planteado. Viva el No, ese es mi lema, claro que es un No bien fundado, con un camino responsable a seguir y con un objetivo claro.

Ha sido necesario para mi escribirles estas palabras ya que a mis 28 anos, de los cuales he pasado la mayoría de ellos en el mundo de las ventas, me encontrado con tanta gente que sin carácter, si un ápice de opinión única, no saben decir que no, y se envuelven en negocios que a la larga los afectan. No es mi preocupación eliminar el libre albedrío o eliminar la posibilidad que tenemos de fallar para así aprender de nuestros errores no, lo que me molesta es el sometimiento que muchos tienen al miedo de decir No y tienden a fallar una y otra vez, y en ello afectan a todos los involucrados.

Aprendamos a decir No, No, No y No, si es que esto nos va a engrandecer y cultivar el espíritu. No tratemos de enmendar la individualidad de nuestros hijos con el objetivo de dominación y sometimiento, en cambio, hagámonos sus mejores amigos para asi obtener respeto. Brindemos a cada uno de los que nos rodea la enseñanza del No, es el Si el que nos destruye.

Carlos M Paez

18.4.09

ERASE UNA VEZ UN PUEBLO por osvaldo raya


«Quiero que el pueblo de mi tierra no sea como éste, una masa ignorante y apasionada, que va donde quieren llevarla, con ruidos que ella no entiende, los que tocan sobre sus pasiones como un pianista toca sobre el teclado. El hombre que halaga las pasiones populares es un vil.» (*)
José Martí

Érase una vez un pueblo que un día bebió los psicotrópicos que ofrecía el entusiasmo de lo nuevo y dejó de ser pueblo para convertirse en turba. Aquél fue el día en que el vecino del vecino se volvió atalaya y sicofante y denunció a su propio hermano porque no quiso probar, del cuerno de la iniciación, la pócima demoniaca y a quien un improvisado comandante que esparcía su halitosis y su bromhidrosis entre los muros del cuartel ordenó fusilar como escarmiento. Aquel mismo día mucha gente comenzó a tener poderes licantrópicos y aullaba su odio y su gana de convertir en presa para su propio menú ‒y para el del jefe de la manada‒ al mismísimo prójimo. Aquella noche ‒porque se hizo de noche demasiado pronto‒ un padre ‒y otro y otro‒ delegó su paternidad ‒y, por tanto, su hombría‒ en los funcionarios paternalistas del Ministerio de Educación y en los segundones del Ministerio del Orden Interior. Entonces fue cuando la mesa de comer se trocó en el tablado donde la mujer de la familia taconeaba su queja y el hambre de sus críos. Y la casa ya no era el hogar sino la mera barraca de famélicos esclavos o el corral donde, transformados en cerdos, los miembros de la grey vivían con la boca abierta, como pichones en el nido, a la espera de aquella prorrata de sancocho que el amo ‒el gobierno‒ les traía cada vez con menos frecuencia y con más frugalidad y veneno.

Érase un ogro que apretaba más y más la cuerda en el cuello de los lugareños. Sentado en su poltrona de bandido y monarca, gobernaba muy confiado en que la última ley ‒todavía más cruel que las anteriores, y más cercenadora de las libertades y las economías‒ por fin habría dejado tullido a cada uno de los hombres de a pie. Pero algo fallaba. Fue por ello que se le ocurrió aquel dicto que reducía a los ciudadanos a la más baja categoría humana. Lo decretado, pretextando el acoso de los enemigos del reino, instauraba un estado de excepción y una economía de guerra, con lo cual la gente quedaría sin espacios dignos ‒ni siquiera una hendija‒ para andar o gritar y sin ninguna posibilidad de gestión propia. Dicen que el ogro tenía un espejo mágico, como aquel de la bruja del cuento de Blanca Nieves al que todos los fines de año interrogaba: «Dime, Espejo Mágico, si todavía respiran y cantan y bailan mis súbditos y si sobreviven al pan de espuria harina y a la cadena que les puse en el pecho.» Y el Espejo siempre contestaba: «Sí, sobreviven… y evaden tu ley y continúan simulando que te veneran y te siguen; pero, en verdad, se burlan de ti y consiguen de todas formas vestido y bocado y se las han ingeniado para crear una economía clandestina y alterna. Y no cejan en el empeño de trascender y esconden el miedo, aunque lo tengan. Pero nadie se apaga definitivamente, nadie acepta doblegarse ante la inopia y el terror. Y no, no dejan de bailar y de cantar y de dibujar en las paredes blasfemantes referencias a ti o pintan dazibaos cada vez más subversivos. Creo que no les basta con tus escarmientos en el pelotón de fusilamiento o en tus ergástulas.» Y, al otro año, volvía y preguntaba lo mismo: si su poder funcionaba y si ya había logrado vencer la voluntariedad y el espíritu creador de tantos hombres y mujeres, que resistían en silencio y no dejaban de ser lo que querían ser ni pensar lo que querían. Y siempre el espejo contestaba: «Persisten, Ogro… persisten en hacer uso de su libertad interior y de sus habilidades para reconstruir lo que tú destruyes y continúan adorando, en secreto, a los dioses que tú decretaste como paganos y ofensivos. Todavía los niños siguen creciendo y pensando con su propia cabeza, a pesar del techo tan bajito que impusiste en cada casa y escuela y de tu capricho de obligarlos a usar una gorra de hierro exageradamente ajustada. Insisten en comunicarse con el resto del mundo, aun cuando ordenaste matar a todas las palomas mensajeras y confiscar todos los megáfonos. De todos modos, hablan lo que quieren y con quien quieren, deshaciendo en la noche los nudos y las mordazas que mandaste a ponerles en el día y hasta logran viajar a los sitios prohibidos; a pesar del cerco alrededor de la ciudad y del hundimiento de todos los barcos y de la destrucción de todos los ferrocarriles y buses y carruajes. No… ya no dan abasto los agentes secretos y la policía y están que no cabe uno más en las cárceles y los subterráneos.»

Y el así el ogro preguntó a su espejo durante más de cincuenta años. Cada fin de año firmaba leyes aún más duras y más prohibitivas; pero los vasallos, de todas formas, lograban renacer, resurgir, emerger, resolver, encontrar alternativas, grietas para ver la luz y respirar mejor aire. Los súbditos del bandido y monarca, aun debajo de la bota, cuando ya parecían definitivamente aplastados, lograban recuperarse, vivir a toda costa ‒como fuese‒, hacer y deshacer, hablar, seguir andando. Eran hombres y mujeres invencibles.
Y murió sin vencerlos, el ogro, junto a su Espejo Mágico.

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(*)Martí, José Obras Completas. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1975; t. 22, p. 72 .

CDs para los blogeros de Cuba



El blogger Cubano Sol nos escribe desde Cuba y nos pide que divulguemos el S.O.S. que tiene en su blog Fotos desde Cuba. Todos conocemos las dificultades que tienen los bloggers de la isla para publicar en sus blogs, pero también que la inmensa mayoría de los residentes allí no tienen acceso a Internet, así que muchas veces los blogs se conocen y se leen pasando de mano en mano CDs o flashs con la información de los mismos.De eso se trata, de enviarles CDs vírgenes para que ellos puedan divulgar mejor sus bitácoras y éstas lleguen a una mayor cantidad de cubanos interesados en leerlas. Se me ocurre entonces que es un motivo perfecto para una Blogacción y para promoverla desde este blog y desde todos los que quieran hacerse eco. El logo nos los ha enviado el mismo Cubano Sol, quien también agrega:
Y si viene por Cuba, no olvide que lo mínimo en Informática nos hace falta a los bloggers, mouse, teclados, memorias flash, lo que se le ocurra nos pueda ayudar.Bueno, eso: que todo el que vaya a Cuba o conozca a alguien que viaje para allá, se apertreche con CDs, memorias externas, partes y piezas de computadoras y todo lo que se le ocurra pueda ayudar a los bloggers allí.

Devolviendo carino




Gracias a que este blogg tiene amigos muy queridos hemos resibido premios que nos onorguyesen, pero mas gracia nos da el poder compartirlos. Dedico hoy estos premios a bloggs que nos brindan conocimiento, alegria, paz, esperanza y calor. El premio Symbelmine, los bloggs son:





El premio Dardos es para los bloggs:
Gracias y felicidades a todos,
Carlos M Paez









Premio Dardos.


Premio Dardos, dedicado a este blogg por el amigo Padre Carlos Ares que se nos une desde la diocesis de Cabinas en Venezuela. Su blogg muy inteligente e interesante es:
A continuacion les ofrezco la descripcion del premio que da el Padre Carlos, creo que es fantastica.
Carlos M Paez
El Premio “DARDOS” es uno de esos casos en los que la acción perdura mas en el tiempo que quien la ejecuta. Al buscar los orígenes del premio me encontré que el blog originante “Cotilleo Mundano” ya no existe (al menos así lo muestra el enlace que hace Martha Colmenares en su página.Manifestar la sinceridad, ir siempre con la verdad por delante son virtudes de muchos bloggeros que día a día nos regalan sus comentarios e impresiones de diversos tópicos que van desde el panorama internacional y la realidad nacional, tratados bien con crudeza, bien con humor, pero siempre aportando su grano de arena, hasta llegar a los detalles prácticos del acontecer personal, los sentimientos, los anhelos y esperanzas, la fe.
Gracias a el Padre Carlos por el premio a este blogg.

17.4.09

NO SOMOS, LOS CUBANOS, UN REBAÑO DE OVEJAS por osvaldo raya


Yo no sé… pero quizá haya pueblos que para domarlos con medio tirano es suficiente o con la cuarta parte o con tan sólo un octavo de tirano. Yo no sé… Pero otra cosa es domeñar a un pueblo como el mío que lleva en su sangre la de otro pueblo ardiente fundado por Hércules ‒así como Eneas fundó a Roma‒ y que, además, fue mezclado con la estirpe de aquellos nigerianos que, a pesar de su condición de esclavos, siguieron reverenciando a sus dioses del África, ahora sincretizados ‒más bien perfeccionados‒ y en tierra nueva, para burlar al amo católico y venerar en Santa Bárbara ‒patrona del minero que arriesga, entre explosivos, su vida en las minas de Riotinto, allá en Huelva‒ a su bravo y viril Shangó, dueño del fuego, del rayo, del trueno. Y es que eso mismo ‒o más o menos‒ hicieron los griegos frente al avance del cristianismo con la divina Deméter, a quien convirtieron en Santa Demetria. Y desde entonces en Cuba todo el coraje universal se fundió ‒se hizo como ajiaco‒ para fundar a una nación de gente brava. Luego, si todo allí es armónica mistura y conveniencia universal, no hay negros y blancos sino cubanos en Cuba y no hay cultura negra ni blanca sino cubana. Nadie, pues, pudo dividirnos. No somos ni españoles ni africanos. Las heridas del pasado no abrieron grietas en nuestra identidad. El colonizador, con todo aquel poderío imperial y aquel odio, no pudo deshacernos y abrimos los brazos, con amor, a la diversidad y al mundo. En la República, el negrito y el gallego ‒el gallego esta vez de emigrante‒ se burlaban de sí mismos ‒se divertían juntos‒ al menos en las escenas de alguna obra en el teatro Alhambra y compartían, de igual a igual, la cuartería y el carromato del carbón; y los dos miraban libidinosamente a la mulata culona. El español no era visto como raza superior ni como antiguo esclavizador sino como alguien de la familia que tiene otro punto de vista menos tropical y más aldeano y a quien amamos a pesar de Weyler y su terrorífico invento de los famosos campos de la Reconcentración, cuando la guerra. El amor nos hizo fuertes y nos dotó de gracia y de espíritu especial. La historia nos sirvió para hacernos invencibles y para construir una república envidiable; aun con sus máculas, como todas las repúblicas. Entonces no hay, en el pueblo que enseñó a bailar al mundo entero y se lució con su prosperidad, docilidad sino vigor, ese que viene del cuero del cabrito y se vuelve tambor y flamenco caribeño y rumba y mambo… y es excelencia que el propio Dios prefiere para su ritual antes que ciertos coros sin gracia y enlutados. El aura de nuestros bailadores se parece a la del guerrero que, ni en sus horas de tregua, ha podido deshacerse de lo tremendo y lo ardiente.


Únicamente un monstruo descomunal. Un hibrido peor que Frankenstein porque lleva el basamento atilano y cuenta con el don de la perversa y engañosa labia del autor de El Príncipe. Además, tendría que llevar una dosis exagerada ‒triplicada un millón de veces‒ de la crueldad de Mussolini, de Hitler, de Stalín y Ceuscescu. Únicamente el demonio en persona nos podría someter durante medio siglo. Y helo gobernando todavía desde su lecho de muerte. Pero, aun así, me pregunto: ¿nos ha podido someter?

13.4.09

Todo lo que brilla no es oro.

Estados Unidos elimina las restricciones de viajes y remesas a Cuba. Esta fue la noticia que hoy me recibió al llegar a mi casa después de un día de arduo trabajo. Mucha gente expreso su concordancia con esta idea o decisión, del presidente Obama. Lo que no saben esta gente es que no solo se eliminan las restricciones antes mencionadas, sino que vienen adjuntos otros planteamientos que de saberlo, estos compatriotas no estarían tan de acuerdo con esta nueva era de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

La cola o el rabo que Obama, la Asociación Nacional Cubano-Americana de Miami y los demócratas con influencia en relaciones exteriores de este país le han puesto a la nueva forma de actuar hacia la isla son:

- Permitir la facilitación de licencias a companias de telecomunicaciones americanas para empezar a tener negocios con la dictadura y así aumentar la facilidad de entrada de información a la isla a través de canales de television y radio, y la proliferación de servicio celular y telefónico.

- Facilitación para la utilizacion de el cable de fibra óptica submarino americano que pasa bien cerca de Cuba, con el cual se incrementaría el acceso a la Internet en Cuba.

- Creación de leyes que permitan el incremento y la facilitación de donaciones a Cuba.

Todas estas medidas extras se han incluido junto al levantamiento de las restricciones sin previas demandas o peticiones de parte de esta gran nación (USA). El presidente Obama dijo que implantaría esta propuesta aunque la dictadura no haga ningún tipo de cambios, pues la idea es ayudar al pueblo de Cuba por sobre todas las cosas.

La ingenuidad de muchos en el exilio y hasta en la Casa Blanca no tiene precedentes. Creen realmente que el desgobierno de Cuba tendría el valor de dejar que la información entre libremente a cada casa a través de la television y la radio, le daría libre acceso a Internet a todos los cubanos y que las donaciones serian repartidas equitativamente. No se dan cuenta que también al darle acceso al cable submarino de fibra óptica, incrementaría la facilidad de espionaje cibernético que ya hoy ha sido desarrollado por los acecinos Castro con el poco acceso que hay, imaginen si consiguen acceso sin limites.

No entiendo como los cubanos de el exilio en Estados Unidos nos hemos dividido tanto. No comprendo como, organizaciones viciadas y con una política ya ni un poco cerca de lo que fuera cuando fueron creadas como la Organización Nacional Cubano-Americana, tienen todavía tanta influencia, como para hacer que una decision como esta se tomara. Las organizaciones que aún valen la pena se duermen y no reaccionan ante esta omision hacia ellas.

Carlos M Paez


Nota:

Me gustaría que los seguidores de este blogg entiendan que nesecitamos de sus opiniones en los posts. Por favor, comenten. Sus comentarios hacen que nosotros mejoremos cada vez y también hacen que revaloremos cuando de alguna forma nos equivocamos.

Les hago este jalón de orejas después de muchas peticiones de mi parte a que opinen sin ningún resultado. Recuerden es muy importante para nosotros el recibir sus comentarios.

12.4.09

Premio Symbelbine


Premio Symbelmine Dado por Zurama a este blog.
Gracias Zurama. Dentro de poco les otorgare este premio a otros blogs que lo merecen mas, esten al tanto.
Carlos M Paez

10.4.09

http://exiliocubanounido.bravehost.com/losqueapoyan.html

http://exiliocubanounido.bravehost.com/losqueapoyan.html

El titulo de este post es el website que los amigos de El que siembra su maiz han creado para tener un lugar de donde crecer proyectos y de donde ayudar mas eficientemente a los cubanos de la isla. La mayor intencion del website es la union de todos nosotros en una idea unica, pero llena de las ideas de todos, creando un escudo de libertad con el cual luchar mas eficientemente. Nesecitamos apoyarlos y visitar regularmente esta pagina.

Hoy nos piden que vallamos al website y que entremos al forum y dejemos nuestra opinion de que creemos sobre el, cuales son nuestras opiniones de como se debe desarrollar en un futuro, en fin sus opiniones mas sinceras de como ven este lugar de encuentro. Ayudemoslos, mandemosles un email, apoyemos su website, dejemos las opiniones y firmemos su gestbook, para que asi sepan que tienen muchos amigos dispuestos a luchar a su lado por la libertad de Cuba. Vallan lo mas rapido posible, para que asi puedan ellos tener una mas rapida respuesta encuanto a la finalizacion de este gran proyecto que nos ayudara a todos.

Nuestra ayuda no deve ser interesada pero de todas forman tengan algo encuenta, si se unen como apoyo, sus bloggs y websites apareceran en este lugar a la vista de todos, esto les dara a ustedes un lugar mas donde darce a conocer (interes de todos nosotros en la web).

Carlos M Paez.

9.4.09

Conferencia que dictara nuestro amigo Osvaldo Raya


Esta es la presentacion de la conferencia que nuestro amigo Osvaldo Raya dara en el teatro Abanico en el 3138 Comodore Plaza Miami, Florida 33133. Bloggers que aqui visitan y estan en Miami, ayudemos y apoyemos a este gran amigo, patriota y cubano, yendo el Domingo 12 de Abril a este teatro a escuchar esta increible conferencia con la cual nos enrriqueseremos de el conocimiento y el calor pedagojico de Osvaldo. Esto nos servira tambien para conocernos personalmente y llevar mas alla de lo virtual nuestra amistad y camaraderia. Llegemos todos amigos!!!!!
Carlos M Paez.
Pinchen en la foto para agrandarla.

Black Sugar Cane (Grupo cubano en Canada)

Este video me fue mandado por unos cubanos en Canada que son musicos desde Cuba. El grupo que formaron al juntarse en ese pais se llama Black Sugar Cane y su ritmo es una mezcla de Hip-Hop cubano Regaeton y ritmos latinos, con los cuales crean canciones descriptivas de la realidad cubana y asi llevan su denuncia al mundo. Visitemoslos y demoslos a conocer y tambien vrindemosles nuestro apoyo.

El lugar que tienen en Myspace es:

http://www.myspace.com/blacksugarcanemusic

Maria Se Fue

8.4.09

A FAVOR DEL VIENTO Y LA MAREA por osvaldo raya


No fui yo quien prohibió a los jóvenes cubanos escuchar la música de los Beatles por parecerme de gusto muy burgués y pernicioso para las juventudes socialistas ni yo prohibí entrar a los hoteles cubanos a los propios cubanos ni me opuse con mi infalible poder a que los maestros de Historia contarán la Historia verdadera de la República de Cuba. Yo no estuve en contra de darle el valor que merece la moneda del país; de modo que el cubano pudiese, con su salario en pesos ‒no en dollares como los turistas‒, comprar en los mercados del territorio de la isla. Y nadie vaya a creer que fui yo quien se opuso a la libertad y la democracia de mí país, imponiendo un régimen totalitario y de despiadada represión. Y mucho menos me opuse a que siguieran con vida aquellos que se atrevieron a contradecir el oficialismo y esa idea más bien aldeana ‒en el sentido grotesco y bestial de la palabra‒ de la sociedad comunista o de esclavismo de estado. Yo no inventé los juicios sumarísimos ni los sistemas de vigilancia y espionaje del Ministerio del Interior de Cuba ‒de los cuales nos previno George Orwell. Ni inventé la censura del Departamento de Orientación Revolucionaria ni me opuse a las libertades de expresión, de reunión, de credos. Tampoco fui yo el autor de los aterradores campos de concentración ‒conocidos con las siglas U. M. A. P.‒, que eran el mejor ejemplo de oposición a toda racionalidad y dignidad humanas. Yo no me opuse a que los homosexuales cubanos actuaran y se manifestaran en concordancia con su sexualidad y su estética. No fui yo quien se opuso a una televisión desideologizada y plural o a que en los programas del sistema de educación nacional aparecieran concepciones y principios propios de las sociedades abiertas y normales. No, yo no pertenezco ‒ni pertenecí ni quiero pertenecer‒ a ningún partido de oposición. ¡Líbreme Dios de ello! «Yo no soy un opositor; opositor eres tú»: eso le dije a David del Pino, el oficial de la Policía Política ‒asignado para atender mi caso‒, una de las tantas veces que me interceptaba en medio de la calle para proferirme sus advertencias y recordarme que la cárcel estaba llena de gente como yo. Y añadí a mi pequeño discurso: «Yo soy un facilitador. Me he dedicado toda la vida a favorecer las facultades libérrimas y naturales de todos los hombres ‒y no a oponerme‒ y a enseñar a mis alumnos a ser libres y de bien. Yo abro caminos. Tú, por el contrario, los cierras ‒te atraviesas‒ y te opones exactamente a todo lo que yo favorezco. Tú sí eres un opositor.»En verdad es así. Como escritor, no levanto mi pluma para criticar o reaccionar, no nado en contra de ninguna corriente ni voy contra el viento y la marea. Yo soy el viento y la marea, la acción ‒y no, la reacción‒; el creador y no, el crítico de la creación. Ni siquiera tengo el pseudo-oficio de contestatario o respondón que, como todo pseudo-oficio, sólo precisa, del tonto que lo ejerce, mucho saín de energía: todo el sobrante de aquélla que el universo emplea en adelantar y purificarse. No gasto las fuerzas de crear, de proponer y crecer, en contestar o reaccionar, en desacreditar o desacralizar lo sacro o en buscar, en la galaxia humana, la estrella que se malogra sino en ayudar a que se vea, como Sirio, el resto de las estrellas. Resulta que no estoy en contra sino a favor de mí y del diseño y del orden perfecto que dispuso la divinidad.


La Humanidad ya tuvo demasiados oponentes y contestones, demasiados criticones y desacralizadores. Ya ni se sabe cuántos han sido los que a lo largo de la Historia se rebelaron contra Dios y contra el Hombre: basta recordar a aquel Sargón de los asirios que secuestró a diez tribus de Israel o a Nabucodonosor, que invadió y blasfemó, o a aquel famoso rey de los hunos a quien llamaban el Flagelus Dei ‒como si fuese Dios quien flagelase‒ o a Napoleón o a Hitler o a Trujillo… o basta con ver el rastro de ruinas que va dejando este Innombrable que ha gobernado a su antojo, durante cincuenta años, a mi sufrido pueblo. Todos aquellos eran ‒como este último, el Innombrable‒ genuinos opositores, rebeldes, revolucionarios. Hay que pensar que rebelde es uno de los posibles epítetos de aquel vanidoso y envidioso ángel que, al caer de culo en la tierra, expulsado del Cielo, abrió esos abismos donde ya hay mucha sangre como sedimento. No es orgullo ‒y sí vergüenza‒ ser rebelde o revolucionario o criticón o irreverente buscador de las pecas en los soles de la galaxia humana o ser de los que siempre llevan la contraria. El universo es perfecto; pero allá van los soberbios a quererlo cambiar y es perfecta la esencia del hombre; pero allá van los soberbios a reeducarlo, a susurrarle odio, a inocularle alimañas roedoras de la mente, a agruparlo como a ratas y a adoctrinarlo para apoderarse de su patrimonio espiritual o a enfajarlo, en molde indigno y despreciable, en función de intereses mezquinos y primarios.


¿Quién es el opositor? ¿Yo? ¿Soy yo el rebelde? No. Nunca luché contra gobierno alguno sino a favor de mi libertad individual y la de los míos. Sin embargo, el gobierno de Cuba siempre luchó contra mí y contra los míos. Y eso mismo fue lo que me hizo sentir superior al dictador cubano; ¡y hasta llegué a compadecerme de su miserable rol! Un día, al salir del calabozo donde estuve durante 78 horas por causa de mi peligrosidad ideológica, cuando llegué a mi casa, sonreí y me dije: «El tirano es mi esclavo. Yo pongo la acción, la iniciativa, y él tan sólo se limita a reaccionar.» Es que tampoco José Martí ni ninguno de nuestros héroes de la independencia lucharon contra España sino a favor de Cuba. La oposición era España. Y no sé yo que el amor sea un oponente o un opositor el poeta o el hombre bueno. Nada hay más ajeno a aquello que se opone ‒sino afín a lo que lo favorece‒ que la libertad, la justicia, la literatura, el arte… Es que no conozco ‒porque es imposible que la haya‒ poesía de la oposición y no ha de llamarse poesía al discurso repugnante.


Y a lo que voy: Digamos las cosas como son. En Cuba, el partido que está en el poder es el de la oposición. Si… ¿qué es, si no, el Partido Comunista? Yo no soy la oposición ‒lo repito‒ ni qué va a serlo Martha Beatriz Roque ‒activista incansable por la dignidad y por los derechos de sus compatriotas‒ ni Oscar Elías Biscet ‒médico de acerado bronce, como aquel titán de la gesta cubana a favor de la fundación de una nación auténticamente cubana‒ a quien el gobierno encabezado por este Partido Comunista pretende reducir en sus aterradoras ergástulas. Ni lo son las Damas de Blanco que desfilan cada domingo por las calles de La Habana para favorecer el regreso de sus esposos encarcelados. No fueron opositores los miles y miles de fusilados y desaparecidos ni todos aquellos hombres que se organizaron ‒y aún se organizan‒ para hacer valer su palabra y su reclamo de restablecer la república y la paz. ¿Y cómo llamarle opositor al joven Pedro Luis Boitel, confinado ‒y asesinado, finalmente‒ por no bajar la cabeza ante sus verdugos e insistir en su lucha por aquello que consideró más justo y más humano. A saber: ¿a qué se opusieron y se oponen todos los que desean traer de nuevo a su curso normal la historia de ésta isla? A nada. Ellos, como el Creador, favorecieron ‒y favorecen‒ el viento y la marea.

7.4.09

Intereses Ocultos




Siempre pensé que a los Estados Unidos no le interesaba Cuba, pero parece que no es así. Se ve ahora como van senadores a reunirse con Raúl, se dan la mano y hasta posan con el como si fuera alguien a admirar. No solo estaba equivocado sobre el interés que tendrían los Estados Unidos hacia Cuba, si no también sobre como actuarían si fuera lo contrario. En vez de ir a exigir libertad y la liberación de los presos de conciencia, en vez de reunirse con los disidentes y oír el otro lado de la historia no, se reunen con la dictadura y le dan todas las garantias para el comienzo de unas conversaciones libre de presiones. Cuando comprenderan estos socialistas demócratas y estos falsos senadores de derecha, que con esta gentuza no se puede dialogar. Es por esta demostración de flaqueza, no solo por parte de los senadores en Cuba, sino por el mismísimo Obama en Europa, que Fidel y todos los demás en China. Irán etc. han dado declaraciones de clara falta de respeto y presión hacia el pueblo americano y su gobierno.

Fidel en sus declaraciones dice que no teme a unas conversaciones con Obama. Claro no teme pero les aseguro que nunca las tendrán, pues siempre que se empieza a lograr algún tipo de relación entre los dos países, Cuba busca la forma de sabotear todo lo que desarrolle la idea de un entendimiento. Este es el mismo modo de actuar de las guerrillas colombianas cada vez que se trataba de lograr conversaciones con ellos en gobiernos anteriores, (siempre han sido entrenadas política y militarmente por Cuba) pero miren ahora lo que se a logrado con el modo de actuar correcto del señor Presidente de Colombia. Creo que cuando se actúe de la misma forma hacia Cuba, sin ninguna suavidad y se les trate como lo que son, asesinos y se les persiga y acorrale, todo terminara de la misma manera que esta terminando en Colombia gracias al señor Uribe. Lo que necesitamos es un presidente americano que tenga una intención real, cubanos con intención real y tener una intención real nosotros mismos.

Uno de nuestros amigos sin tratar de insultar y queriendo ser de gran ayuda, me sugirió que nuestros comentarios deberían tratar de presentar un lenguaje universal, el cual todos entiendan para así poder tener mas impacto mundialmente y ser oídos. Creanme amigos yo trato lo mas posible de serlo, pero es tan difícil, pues me doy cuenta de que ni mis mismos compatriotas me entienden. No entienden de que estos son momentos claves, momentos de tener verdadera intención, intención de lucha, de resolver los problemas, de pelear por lo que queremos, de ser patriotas hasta los huesos. Necesitamos vivir y defender lo que nos pertenece.

La hipocrecia de los que hoy tienen el poder en Estados Unidos es tan grande que hoy se critica y condena los gastos que hacen algunas companias, en momentos críticos de la economía, pero no se critica el que algunos de estos senadores hallan ido a Cuba mas de diez veces, a verse con un gobierno despótico comunista sin nunca llegar a resolver nada, ni lograr algo definitivo que ayude en sierta manera al pueblo de Cuba.

No dejemos que la hipocrecia nos inunde a nosotros también, tratemos de ser reales y tengamos intención de todas las buenas que existan.


Carlos M Paez

2.4.09

EL COPYRIGHT DEL ODIO por osvaldo raya


Todos tenemos nuestras bestias allá dentro. Algunos las amarran o las guardan en el interior de ese secreto sarcófago sellado donde también se alojan las sombras del alma y las lecciones de amor y de bondad que no hemos aprendido todavía, por tercos o porque nos falta drenar los sedimentos y echar espuma por la boca de la ira o botar por las narices fuego. Nadie quiere quedarse con todo eso adentro. Todos ‒hasta los hombres más grandes‒ conocen la cólera y alguna vez se han puesto como cianóticos o se los ha visto con los ojos enrojecidos, como toro que embiste, y con la vena del cuello pronunciada. Muchas veces me cabreo y me pongo así, igual que pastor que, apesar de contarlas a cada poco, ha perdido, como dos de sus ovejas. Es que de vez en cuando nos hace falta la rabia y mostrar al menos la uñita amenazadora del dedo meñique ‒no toda nuestra garra‒; para que se sepa que no tenemos ni un pelo de tontos o de indiferentes. El amor tiene que defenderse. La rosa es de frágiles pétalos y es blanca y purísima ‒¡casi santa parecen las rosas!‒; pero… ¿para qué han de querer tantas espinas? ¡Ah…! Ya hemos sabido de ciertas flores fatuas: rosas que maquillan y adornan sus punzones. Yo las conozco y las repudio. Prefiero las otras, las de siempre, que no esconden, con afeites, las afiladas puntas.
Los hay ‒no tan viriles varones pero sí muy cool‒ que un día van a reventar como presumidos y golosos sapos, de esos que van de loto en loto, acumulando en sus estomagos ‒no sé hasta cuándo‒, el veneno de los grillos y las moscas que han venido tragando y tantas ganas reprimidas de gritar y de soltarse de adentro. A veces no pueden disimular tanto disimulo y sienten la tentación de abrirle la jaula a su bestia interior... pero no, no se atreven del todo y descargan su voltaje furtivamente por los rincones; de modo que nadie los sabe de tan mala leche. Sí que los hay así, como esas rosas de espinas maquilladas. Son como frágiles ‒e inconsecuentes‒ promotores de la paz y la cordura y del control de nuestras pasiones más auténticas e incurables. Ellos, con tal de quedar bien con todas las verdades han inventado la media verdad y viven disculpándose de sí mismos y pidiendo permiso para vivir y andar. Desde el borde o desde el brocal, contemplan la caída de la estrella y no van a por ella a adoptarla para que no se quede huérfana de luz y mimarla, entonces, en los cielos de sí. La dejan ahí tirada, desangrando aquel último brillo. Estos pendones ‒metrosexuales de la opinión‒ viven en un fanal desde donde contemplan, sin inmutarse, la marea diluviana. Y dicen que no, que no odian, que no le desean la muerte a los tiranos y que hablar de política es mala educación y se cambian de religión y reniegan de los mitos que en el pasado desataron paroxismos y trances. Ahora están con la moda, es decir, en esa moderna ‒o posmoderna‒ religión que, a diferencia del resto de las religiones, no tiene mitos ni ritos ni sustancia demasiado caústica. El indolente no odia ‒¡oh no!‒ pero corroe el amor o lo aparta porque no se atreve a ponerse la zapatilla del que tiene una herida que nunca cicatriza. El indolente es cobarde y se disfraza de mediador y de juececillo que dice que hay que ver la verdad de nuestros oponentes tan válida como nuestra verdad y bla… bla… bla… Y, con esa sintaxis que no es si no gerundiada, se lanzan de articulistas y ensayistas de la tolerancia y se los ve, de pronto en la internet en un blog de fondo rosado y amarillo.
Por aquí andan, en Miami, cubanos de medio pelo ‒y de media faja a la cintura‒ que critican el cubaneo y el apasionamiento; y se avergüenzan de los modales de los que se sientan a compartir la nostalgia y la rabia en el portal del Sedano de la cubanísima ciudad de Hialeah ‒émula del barrio habanero de Marianao‒ y se mofan de los viejos exiliados a quienes condenan porque dicen que éstos destilan cataratas de odio y rabian como perros ‒mas no pueden decir que como hienas‒ y que no saben discutir civilizadamente y hasta creen que son dueños de toda la verdad. Tal vez tengan razón pero es lamentable que irrespeten y se burlen del único discurso posible en un anciano que allá en Cuba el Gobierno Revolucionario le arrebató la vaca y el camión y el almacén que con tanto sudor levantó. Y lo peor: a éste mismo anciano también le arrebataron a su único hijo. Luciano es su nombre y aún llora rabioso cuando narra que unos barbudos ‒aquella epidemia de color verde olivo‒, bajo las órdenes de un tal Guevara, lo sacaron a patadas de la casa y esa misma madrugada lo llevaron al cuartel de la Cabaña para fusilarlo. Ahora Luciano debe de estar tomando café en el Versailles, en la Ocho, con otros viejitos exprisioneros del castrismo ‒hombres de sustancia solar y no de atrezzo, fieles a su dolor y a su credo‒ con quienes se pone de acuerdo para el próximo desafío en el Parque del Dominó, también en la calle Ocho. Allí, intercalado entre los chasquidos que produce el choque de las fichas de este típico juego, suelen escucharse las discusiones acaloradas sobre política. Pero el Parque se pone que arde cuando viene un provocador y se coloca en la acera del frente; de manera que los jugadores vean que lleva en su camiseta la cara oprobiosa del tal Guevara que fusiló al hijo de Luciano en el ‘61. Entonces Luciano quiere buscar un machete y matar al provocador y le vocifera y casi ruge y casi ladra o chilla como rabiosa locomotora o como niño que nació en noche oscura. Él odia con toda su fuerza a ese rostro que luce en su camiseta el provocador. Y no esconde su odio por eso, porque es el único estandarte que le queda para honrar la memoria de su hijo y porque ese odio no es suyo sino es el que le inocularon los del Gobierno Revolucionario con sus expropiaciones y sus famosos pelotones de fusilamiento.
Y ¿quién odió primero? ¿Los cubanos del Versailles y del Parque de la calle Ocho o los de allá, los que encarcelan y matan en la Isla? ¿De quién es el odio originario? ¿Quién es el dueño, el autor del odio?
¡Cuánto odio tienen que tener los del Gobierno Revolucionario ‒los Castro y el Guevara ése‒ y todo el séquito de enanos y de eunucos que gritaba como hordas de vándalos «¡Paredón para los gusanos!»! O sea, que esa chusma histérica y despiadada pedía , sin el menor pudor, que se asesinasen a todos aquellos que pensaban diferente a los barbudos. La misma gentuza salvaje que, organizada en turbas, más tarde protagonizaría los escandalosos actos de repudio los cuales eran casi casi un linchamiento contra quienes decidían abandonar el país por estar en desacuerdo con la dictadura. Y qué decir de las ‒todavía vigentes‒ Brigadas de Acción Rápidas o Brigadas de Odio. ¡Y cuánto... cuánto odio se necesita para encarcelar y matar a tanta noble gente o para aplaudir el crimen o invitar a cometerlo, como un acto patriótico y perfectamente moral ‒según las concepciones revolucionarias! Y ¿dónde fue que aprendimos los cubanos de aquí a rabiar y a gritar desaforadamente?, ¿ quien nos entrenó y perfeccionó en el oficio estridente de usar la garganta como megáfono y a levantar tribunas dondequiera; a saber, en toda la calle Ocho o en el portal del Sedano en la norteña Hialieah? ¿Cómo es que somos expertos en eso de salirle al paso a todo el que defienda otra idea diferente? Yo soy así de intolerante porque so pena de la tolerencia no voy a darle ni chance ‒ni una hendijita siquiera‒ los voceros de esa dictadura que siempre nos volcó su hedor y su rabia y nos vociferó, con palabras soeces, toda la hiel de su asquerosa ideología? ¿Cuál ha sido el modelo de comportamiento, a la hora de discutir nuestras diferencias; para nosotros, los que fuimos educados en las escuelas socialistas ‒las únicas escuelas que hay en Cuba? Recuérdese que todos los días teníamos que padecer la gritería y la histeria de los militantes del Partido Comunista: todos los días y a toda hora, en la calle, en la tele, en los prensa escrita. Y este odio mío a todo le que huele de izquierdas y revolución y a marxismo-leninismo, ¿en dónde lo aprendí? La Cuba de los Castros es la gran escuela donde nos entrenamos como intolerantes y rabiosos. La Revolución Cubana es el aula magna de todos nuestros odios y de todas nuestras intolerancias y reacciones agresivas. ¡No esperen, los provocadores, otra cosa de nosotros los que favorecemos la libertad y la democracia, que no sea indignación y un fuego que viene desde las mismas entrañas del dolor y del recuerdo aún fresco del oprobio y el crimen! ¡Ojalá los negacionistas y los pesquisadores revisen bien la historia, a ver si somos la única tribu que odió a sus caciques despiadados; o si somos el único pueblo que se alegra cuando se muere el cabeza de la satrapía! Yo vi en los noticieros a los chilenos abriendo champaña y brindando en medio de Santiago, tan pronto anunciaron la muerte del repugnante Pinochet y vi igualmente a los iraquíes cuando ejecutaron al carnicero Sadam. Yo lo vi; mas no escuché que se levantase una sola voz para criticar esas festividades. ¡Ah... pero cuando salimos los cubanos a celebrar, con banderas y sonando las cornetas de los coches a lo largo de la calle Ocho; ah, ese día, cuando casi estábamos seguros de la muerte de Castro, entonces sí se armó la tormenta y llovieron las críticas contra los cubanos y las acusaciones de salvajes y de malos cristianos! Muchos ridiculizaron nuestro odio y se atrevieron a equipararlo con el odio que el tirano nos tiene a nosotros. Los cubanos de aquí y los de allá, que disienten, al menos tenemos un odio mesurable. Sin embargo, el odio de los Castro no hay vara que lo mida. .

El odio de Luciano ‒y el mío‒ casi ni odio es, en comparación al odio del tirano y el de sus testaferros. Y odio era aquél, el que me susurraban cuando niño los instructores de los Pioneros o boy scouts comunistas. Odio y más odio y envidia y orfandad y ganas de matar es lo que enseñan en las escuelas a la hora del acto matutino de los viernes o el que se destilaba en las asambleas destinadas a seleccionar al Alumno Vanguardia. Clases de odio eran las clases de Historia y las charlas de Instrucción Política. Y odio es a lo que invitan las vallas de la propaganda revolucionaria y todos los medios oficialistas. Odio es lo que aparece en los expedientes de los escolares donde los maestros revolucionarios tienen que colocar una nota en la que informan actitudes sospechosas y contrarrevolucionarias de sus alumnos. Odio es enseñar odio o hacerle la vida imposible al que enseña el amor y al que lo aprende. Por odio, pues, me echaron de mi puesto de profesor de Literatura para poder acallar a los poetas que yo les leía a mis muchachos y que evocaban la libertad y la justicia y el amor y la democracia. Por odio quisieron matarme los de la Policía Política y por eso mismo ‒por el odio de ellos contra mí‒ me encerraron en la celda número dos, en un cuartel de la costa, donde todas las noches oía los gritos de aquel pobre diabético a quien le estaban negando la insulina hasta tanto no confesase su delito y delatase a sus compinches. Odio y más odio emanaba, delante de las delirantes multitudes, en su tribuna de la Plaza de la Revolución, el dictador ‒casi monarca‒, en las conmemoraciones revolucionarias. Odio son la ética y la estética comunistas y la descabellada idea de crear el llamado hombre nuevo, que es algo así como el hombre monocorde y esclavo. No voy olvidar aquel odio inexplicable que se desplegaba en los desfiles del Primero de Mayo, como larga comparsa de muñecos y carteles. Nada, que el cubano debería culpar al imperialismo y a la sociedad capitalista de todos los males y emprenderla contra los norteamericanos y contra su bandera y su cultura e, incluso, contra su idioma; porque, en aquellos tiempos de mi infancia y adolescencia ‒y también de mi juventud‒, hablar inglés u oír canciones en esa lengua era como colgarse el sambenito de cierta inclinación por el enemigo.
Por eso es que sé odiar; pero los odio a ellos, a los que aún me odian a mí y siguen odiando a mi pueblo. Mi odio contra los Castro y los castristas es visceral y tiene que ver mucho con el amor que me tengo a mí mismo y a mis compatriotas. Yo no tolero ‒no está en mí tolerarlo‒ que alguien se deshaga en halagos y le ría la gracia ‒que es desgracia‒ a los hijos de puta que arruinaron a Cuba. ¡Los odio con toda mi alma! Y yo no quiero el menor de los contactos con aquel que tiene en la pared de su casa la imagen del que mató al hijo de Luciano y tampoco tengo nada que hablar con ése que desafía la tolerancia ‒y la paciencia‒ y se pavonea con la camiseta que tiene estampada la cara de aquel criminal. Y no, no lo quiero cerca de mí ¡porque me dan unos deseos de… ! Es que no, yo no puedo tolerarlo.
Mi odio y el de Luciano y el los viejitos del Versailles, no es odio mío ni de Luciano ni de los viejitos. El odio originario es el de ellos, de los que nos obligaron a odiar y nos pusieron al oído, para que aprendiésemos sus notas tenebrosas, los redobles de la barbarie. Atilas irrumpió en La Habana y el vate de su corte compuso esta canción: « Se acabó la diversión: llegó el comandante y mandó a parar.» Y aquél fue, entonces, el primer día del odio.
Pero hagamos memoria. José Martí ‒nuestro Martí, que sí nos enseñaba el amor y por amor cayó y por una Cuba independiente de la corona de España‒, estando en el destierro, asistió al teatro para disfrutar del baile de una famosa artista española. Inspirado en aquella circunstancia, escribió estos versos de comprensible y hermosa intolerancia:
Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.
Y otra vez Martí ‒acaso el más amoroso de todos los cubanos‒ compuso, con toda su rabia, la siguiente estrofa:
Odio el mar, que sin cólera soporta
Sobre su lomo complaciente, el buque
Que entre música y flor trae a un tirano.