Ser cubano se ha vuelto una gran responsabilidad en la cual no había pensado antes. Mi raza y las acciones congénitas que los que de cada una de las razas llevamos, me llaman en cada palabra que digo, veo las consecuencias de serlo en cada cosa que hago, y lo que me afecta el tratar de luchar contra ello. No es el luchar contra ser cubano, es luchar contra la mediocridad en que nos criaron en esa dictadura, la pobreza de razonamiento a que nos acostumbraron, el desconocimiento sobre las relaciones interpersonales a que nos sometieron para formar una sociedad egoísta, sobria, y sin interés hacia los sentimientos de otros. Ese es el tipo de cubano al que me refiero y contra lo que lucho, pues me he dado cuenta que soy uno de esos.
Me veo sumergido en este dilema, luchando contra estos demonios en mi mente. Al conocer a cubanos de una generación anterior o de una crianza diferente, sin tantas asunciones ni engaños, me veo imposibilitado a tratar con ellos, ha realmente unírmeles y lograr algo. Es como si todo hubiera sido planeado magistralmente, como si la pared entre ellos y yo fuera indestructible. Aunque mi deseo de cambiar es inmenso, y la angustia de mi ser me carcome, me es muy difícil hacerlo, incluso hasta en mi relación de pareja.
Esta es la razón por la que no nos podemos unir, por la que peleamos entre todos. Nuestras generaciones están tan separadas, y en ves de avance ha habido atraso en su desarrollo, desarrollo de pensamiento, intelectualidad y experiencia a través de la historia. El legado de nuestros antepasados ha sido tronchado al pasar del tiempo, no tenemos historia verdadera, creada por nosotros o algún conocido o familiar. Es muy extraño hoy ver a alguien que orgulloso diga, mi abuelo estuvo ahí, o dijo esto, o lucho acá. Que valor le demostraremos a nuestros hijos, nietos o incluso hermanos.
Tenemos que destruir esta pared, ayudarnos todos. Cuando veamos una gran diferencia, luchar por aclararla. No digamos más que no van a entender. Busquemos en los “viejos” su historia, su experiencia y sabiduría. Que busquen ellos en nosotros la fuerza y se compadezcan de nuestra ignorancia, para así, lograr unir su poder con nuestra hambre de libertad. Tenemos que entendernos, no por nosotros sino por los que vienen. Ya nuevos cubanos crecen en el extranjero, sin una patria clara, sin saber realmente quienes son.
Se que es difícil desprogramar la mente y empezar de nuevo, mas si no somos computadoras o algún tipo de equipo electrónico. Lo único que nos salvara es nuestra historia verdadera y las fuerzas renovadas, por eso nos necesitamos unos a los otros, los de antes y los de ahora, y es por esto más que nada, que necesitaremos a los que están por llegar.
Carlos M Paez
4 comentarios:
Amigo Carlos...
Hemos creado un Premio:
"A liberar el Tocororo"
Este premio esta en http://todosporunacubalibre.blogspot.com
Entre los galardonados esta :
http://frentelibertadtotalcuba.blogspot.com/
Como formas parte de ese Frente, alli esta tu Premio que se lo entregamos a todos sus Blogs participantes.
Puedes usar el Premio y exhibirlo en este porque formas parte del equipo.
Recibelo y dale vida al Tocororo.
Un saludo y siempre con Uds.
@Julita
Muchas gracias Juli te lo agradezco, no lo pondre hasta que tenga el tiempo de ofrecerlo a otros que tambien lo merecen como es la costumbre, he recibido premios y no he tenido el tiempo de ponerlos pero lo busco y los pongo todos.
Carlos M Paez
Carlos, tenemos que darle voz a los presos políticos, que no tienen voz.
Los que bajan la cabeza que se la arreglen como puedan.
No se si sabrás que Elsa Morejon, la esposa de Biscet tiene un blog para Oscar. http://oscareliasbiscet.blogspot.com
Agregalo a tu lista. :)
Publicar un comentario